Cuando me pidieron realizar
una reflexión sobre el ABP en la institución educativa donde desarrollaré mi proyecto mínimo viable, partiendo de que el proyecto Educativo Institucional
(PEI) de dicha Institución no contempla
en su metodología currícular el
ABP, pensé incluso en crear más
adelante una propuesta investigativa donde participen los mismos maestros y
maestras que laboran allí para indagar o cuestionar sobre el proceso de enseñanza-aprendizaje
basado en la metodología de proyectos o lo que es lo mismo aprendizaje basado
en proyectos; que interesante seria investigar la investigación. Pues esto nos permitiría
crear conciencia de los beneficios que genera para la educación esta metodología
y motivar de cierta manera a aquellos
maestros y maestras que se han quedado enmarcados en una metodología
tradicional, predeterminada, poco creativa y rutinaria, a que conozcan, se
apropien y apliquen esta metodología que comprende
muchos factores positivos como son, el trabajo cooperativo, la construcción
social y participativa del conocimiento, responde a las necesidades e intereses
de los estudiantes, genera una interconexión
entre la escuela y la realidad social que viven estos, promoviendo así los cambios pertinentes que requieren la nuevas generaciones para una formación de calidad.
En este sentido la
investigación como tal seria el medio
más idóneo para afirmar o rechazar tal o cual sistema o modelo
en la práctica educativa, en medio de la incertidumbre creada por los cambios
sociopolíticos, económicos y culturales súbitos, que buscan desesperadamente la
satisfacción prioritaria de la vida material, dejando de lado aquellos aspectos
que le ayudan a la humanidad a adquirir y acrecentar su patrimonio cultural.
Situación que contribuye al detrimento del medio ambiente, de la ecología y la
convivencia del mismo ser humano; ameritándose por ende una reorientación de
las propuestas de formación y preparación de los individuos implicados para que asuman este
nuevo reto. Y si a esto le agregamos que los gobiernos y empresarios privados,
no le ven ningún beneficio directo a la investigación educativa el panorama se
hace más complejo. Pero esto no debe desmoralizarnos a los educadores, por el
contrario debemos crear conciencia de la real importancia que tiene la
investigación como fenómeno social y como agente promotor de cambio.
Algunos puntos claves que sirven como fuente
de reflexión general para la práctica pedagógica.
Si la educación fuera una
verdadera prioridad nacional, las condiciones laborales de los maestros y
maestras en Colombia serían diferentes.
El currículo de muchas instituciones se ha diseñado para
fragmentar las disciplinas y no para integrarlas. Lo que dificulta aún más el
ABP.
Hace falta mayor integración
entre los componente científicos, humanísticos y pedagógicos con el fin de
evitar el manejo de discursos conservadores y tradicionalistas.
En muchas instituciones
educativas se limita la capacidad para innovar y crear nuevas estrategias para
la enseñanza de las asignaturas. Dejando de lado la metodología basada en
proyectos.
Hace falta mayor compromiso por parte del Estado para invertir y mejorar la calidad
de la profesión docente.
Muchos licenciados siguen
esta carrera porque no son admitidos en otras, ejercen la profesión como una labor de transición hasta que encuentran
una opción con mejor remuneración económica o mayor reconocimiento social.
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